el 01 y 02 de noviembre son dos días para recordar a nuestros seres queridos que ya no están con nosotros, el 01 de noviembre conmemoramos la memoria de todos los santos , las familias se reúnen en el campo santo para enflorar las tumbas de los angelitos (niños y niñas) que viven ya en la presencia de Dios. Recordamos a todos los bebés que han nacido dormidos o que han llevado pero nunca hemos conocido, los que han tenido pero que no se pudieron llevar a casa, los que llegaron a casa pero no se quedaron. Esos ángeles que velan por cada padre y son los que guiarán el camino a la morada santa.
Cada año en la Ciudad de Conchagua después de Misa de Los Santos (01 de Noviembre). Parte de un grupo de hermanos repartían una Tajada de Ayote en Miel. Este se realizaba después de la celebración de la Santa Eucaristía, así como en otras ciudades, Conchagua no se queda atrás con sus costumbres y tradiciones, al salir los asistentes de la misa ya estaban en el atrio de la iglesia, los encargados de repartir el Famoso «Ayote en Miel» a cada asistente al momento de darlo la persona que lo recibe dice: ANGELES SOMOS DEL CIELO VENIMOS, PIDIENDO AYOTE PARA EL CAMINO y le entregan su tajada de ayote. Según el cuento popular, San Pedro en su papel de custodio de las llaves del cielo otorga un permiso especial a las almas de los fieles para que bajen a la tierra con la condición de que sólo pueden alimentarse de ayote en miel. Es de ahí el famoso dicho que se recita… ANGELES SOMOS DEL CIELO VENIMOS, AYOTE PEDIMOS PARA EL CAMINO.
El 02 de noviembre, celebramos el Dia de los Difuntos, conmemorando la memoria de todos los que han muerto, una fecha de reencuentro con nuestros fieles difuntos, las familias se reúnen en el cementerio (Campo Santo), llevando flores artificiales y naturales para adornar las tumbas de sus seres queridos, las familias desde muy temprano se reúnen para enflorar, a contar sus anécdotas vividas junto a ellos.
Contaban nuestros abuelos que las almas de los difuntos bajaban a ver a sus familias, venían en procesión y los visitaban otras familias en la noche del 02 de noviembre encienden candelas en nombre de cada uno de sus seres queridos e invocando una oración por el alma de cada uno de ellos y un responso por ellos: «Al paraíso te llevan los ángeles a su llegada te reciban los mártires y te introduzcan en la ciudad santa de Jerusalén. El coro de los ángeles te reciba y junto con Lázaro, pobre en otro tiempo tengas un descanso eterno...»
Cómo lo dice la película animada que muchos conocemos «COCO». «Recuérdame. No llores, por favor. Te llevo en mi corazón y cerca me tendrás». Viene a decir que en realidad ‘el amor nunca muere’, y aunque una persona ya no esté físicamente, sí lo estará siempre su recuerdo (su espíritu) en todos los que los recordamos.
Conchagua, Lo Mejor de Mi Tierra 